CORRIENDO EN COREA DEL NORTE (2019, 44min, Carl Hindmarch)

3.5/5

A favor: ver como el maratón es universal, pues hasta un país tan cerrado como Corea del Norte organiza uno.

En contra: hubiera estado bien contar con la opinión de más atletas.

Estamos ante un reciente documental del Canal Olímpico, disponible gratuitamente y con subtítulos en su página web.

Nuestras protagonistas son Aimee Fuller, snowboarder británica y dos veces olímpica que va a correr su primer maratón, y Mirjam Jaeger, ex-esquiadora olímpica suiza que va a correr la prueba de 10k del Mangyongdae Prize International Marathon.

Es un evento anual que tiene lugar en abril, también conocido como Maratón de Pyongyang, en Corea del Norte. Es el único evento deportivo del país donde los extranjeros pueden participar. La carrera tiene alrededor de 1600 corredores procedentes de 59 países diferentes.

Al inicio un funcionario explica a nuestras runners que su Líder Supremo, como es llamado, está muy interesado en los deportes. Así el objetivo del país y el gobierno es prosperar a través del deporte.

Llegando 5 días antes de la carrera, nuestras corredoras son alojadas en un hotel lujoso y casi vacío, sin acceso a internet. Tienen tiempo para hacer algo de turismo y visitar el estadio olímpico, donde comenzará y terminará el maratón.

Además, tienen la oportunidad de conocer a algunos de los atletas norcoreanos preparándose para los JJOO de Tokio 2020. Los atletas de cada disciplina viven y entrenan juntos, en instalaciones de última generación. Ven el deporte como una fuente de gloria para su país. Sus victorias les proporcionan casas y coches lujosos, y ser tratados como héroes. Aquellos con los que hablan parecen sinceramente agradecidos al gobierno por todo lo que obtienen a cambio de sus esfuerzos.

Nuestras amigas, siempre acompañadas, solo consiguen seguir entrenando en el gimnasio del hotel, o directamente corriendo por sus pasillos. Finalmente llegan a entrenar en el exterior, acompañadas por otras atletas coreanas, o seguidas de cerca desde un automóvil.

El día del maratón hay un gran desfile de presentación en el concurrido estadio olímpico para introducir a los corredores. Tras la salida, vemos a Aimee y Mirjam disfrutar de la carrera y la oportunidad de correr libres e interactuar con la gente en las calles. Tantos extranjeros corriendo son vistos con curiosidad por parte del público, aunque son saludados y aplaudidos con entusiasmo al llegar a meta.

Personalmente ya tenía alguna idea sobre la sociedad norcoreana. Visité Corea del Sur en 2015 para correr el Maratón de Seúl, y realicé un recorrido por la Zona Desmilitarizada, o DMZ, un área fronteriza que separa ambas Coreas, y aún conflictiva desde la Guerra de Corea en los años 50.

Con el documental me han entrado ganas de añadir Pyongyang a la lista de futuros maratones. Registrarse es posible a través de la única agencia oficial permitida. Viajar también es complicado, ya que no se permite el ingreso a Corea del Norte desde el vecino mucho más cercano, y tiene que hacerse a través de China. Tal vez algún día si ambas Coreas se unifican el viaje sea más fácil y el maratón más accesible.

Véanlo y opinen por ustedes mismos.

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