Una situación internacional convulsa por la Guerra Ruso-Japonesa impidió a algunos de los mejores atletas del momento acudir a su cita olímpica en San Luis. Debido a ello solo el 20% de los participantes eran ajenos a los Estados Unidos, de modo que solo 15 naciones estuvieron representadas. De nuevo, al igual que había ocurrido con los Juegos Olímpicos de París cuatro años antes, se hicieron coincidir los Juegos con la Exposición Universal.
El organizador del maratón fue un tal James Edward Sullivan. Entre los participantes los más experimentados eran los estadounidenses, algunos de ellos, como en el caso de Thomas Hicks, ya habían competido en el maratón de Boston. A destacar la presencia de 10 atletas griegos, que nunca habían corrido un maratón, y la participación de los dos primeros afroamericanos, pertenecientes a la tribu de los Tswana, y que habían acudido a San Luis no para competir, sino como parte del espectáculo paralelo “Días de la antropología”, donde poblaciones indígenas competían en una serie de retos atléticos, para disgusto de Pierre de Coubertin, que encontró dichas actividades denigrantes. También a destacar la presencia del cubano Félix Carvajal, antiguo cartero, que había conseguido el dinero para acudir a los Juegos corriendo por toda la isla de Cuba, y que perdió todo en una partida de dados, capaz de llegar a San Luis haciendo autostop y con la ropa que llevaba puesta, esto es unos zapatos de calle y unos pantalones largos.
El 30 de agosto, alrededor de las 3 de las de la tarde y con una temperatura de 32°C, los 32 corredores tomaron la salida de un curso de 40k, que iba a transcurrir por carreteras polvorientas abiertas al tráfico, y que contaba con 7 colinas con fuertes pendientes. Para hacer las cosas “más interesantes” Sullivan había decidido que 2 puntos de avituallamiento serían suficientes, en los kilómetros 10 y 20. Los efectos de la deshidratación eran un tema de estudio reciente, y al parecer creyó que el maratón olímpico era el lugar oportuno para desarrollar sus investigaciones.
El estadounidense Fred Lorz tomó la iniciativa y el liderato, pero fue sustituido rápidamente por Thomas Hicks. El Cubano Carvajal marchaba en una buena posición, pero tras parar a comer unas manzanas, que debían estar en mal estado, comenzó a sufrir de calambres en el estómago, que le hicieron detenerse para echar una breve siesta. Mientras tanto Lorz empezó a sentirse también indispuesto, y en torno al kilómetro 15 subió a uno de los vehículos de apoyo, hasta que unos 20k más tarde, y ya sintiéndose con energías comenzó a correr de nuevo, llegando al estadio en primera posición y “terminando” el maratón en poco más de 3h. Sin embargo, el público enseguida se percató de que lo que había ocurrido, y los vítores se tornaron en abucheos. Lorz se zafó diciendo que simplemente se había tratado de una broma.
Por otro lado, cuando Hicks estaba a 11k de la llegada y sintiéndose muy cansado, su grupo de apoyo decidió que una mezcla de estricnina y claras de huevo era lo que necesitaba. La estricnina en pequeñas dosis actúa como estimulante, y así esta acción se convirtió en el primer caso documentado de dopaje de los Juegos modernos, aunque a estas alturas no existía aún ninguna regulación al respecto. Cojeando y pálido por la droga en su organismo, la noticia de la descalificación de Lorz dio a Hicks la energía necesaria para comenzar a trotar de nuevo. Su grupo de apoyo pensó que una dosis extra de estricnina y claras de huevo le daría el impulso necesario, acompañándolo esta vez de un trago de brandy. No mejoraron mucho las cosas hasta que remojó su cabeza en agua y de algún modo comenzó a sentirse levemente mejor. A 3k de la llegada, y corriendo de un modo mecánico comenzó a tener alucinaciones (pensando que la meta se encontraba aún a 30k), así que tomó un último trago de brandy para el último kilómetro, y consiguió cruzar la línea de meta sostenido por sus ayudantes y apenas capaz de poner un pie delante del otro. Sin embargo, fue suficiente para ser declarado vencedor. Había perdido cerca de 3kg, principalmente por deshidratación, y precisó ayuda médica antes de ser capaz de abandonar el estadio por su propio pie. Una dosis mayor de estricnina habría sido fatal por necesidad. Acompañándole en el pódium estuvieron sus compatriotas Corey (aunque nacido en Francia) y Newton. Carvajal solo consiguió terminar cuarto, y de entre los 32 corredores que tomaron la salida, solo 14 consiguieron finalizarla.
El año siguiente Lorz y Hicks volverían a encontrarse en el maratón de Boston, donde Lorz se impondría, esta vez de forma legal. En cuanto a Hicks aunque continuó compitiendo algunos años más fue incapaz de reeditar su éxito de San Luis. Posteriormente se trasladó a Canadá por motivos de trabajo, para llegar a nacionalizarse canadiense, país en el que permanecería hasta su fallecimiento.
Fuentes:
https://en.wikipedia.org/wiki/1904_Summer_Olympics#Marathon
https://en.wikipedia.org/wiki/Thomas_Hicks_(athlete)
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