(Entrada de Gonçalo Duque Plaza. Psicólogo Clínico, Life Coach e Hipnoterapeuta)
¿Ya reparó hoy en lo que su cuerpo le está diciendo?
Puede parecerle extraña la pregunta, pero la verdad es que el cuerpo es el mejor barómetro de nuestras molestias, para indicar aquello que está desajustado.
- ¿Siente en ocasiones aumentar su frecuencia cardiaca o presión arterial?
- ¿Siente malestar o contracciones en la zona abdominal?
- ¿Tiene mareos o sensación de desmayo?
- ¿Anda agitado o nervioso, sin saber exactamente su origen?
- ¿Se queda de repente como helado, “sin una gota de sangre” en las piernas, pies, brazos o manos?
- ¿Tiene momentos frecuentes en que aumenta sin razón su frecuencia respiratoria?
Estas son solo alguna de las señales que nuestro cuerpo nos envía para alertarnos de un estado de ansiedad o estrés.
La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo, que nos prepara para los estímulos ambientales, dejándonos en un estado de alerta, y listos para reaccionar a las situaciones que nos encontremos.
Sin embargo, este estado de ansiedad o estrés ejerce una tensión que desencadena un conjunto de respuestas orgánicas, mentales, psicológicas y comportamentales. Dichas respuestas acarrean alteraciones fisiológicas significativas sobre un conjunto de glándulas cuya función es regular nuestro organismo.
Cuando este estado de ansiedad o estrés se mantiene a niveles elevados y/o de forma prolongada en el tiempo, se traduce en un desgaste excesivo del cuerpo y la mente. Sería como si el motor de una máquina estuviese en funcionamiento permanente a gran velocidad, pudiendo alcanzar proporciones disfuncionales.
Así, como consecuencia, pueden surgir dolencias psicosomáticas, o una mayor predisposición al desarrollo de enfermedades, que pueden llevar a alteración del funcionamiento o lesiones en los órganos del cuerpo. Estaríamos hablando de dolencias tales como úlceras digestivas, hipertensión, alteraciones de la presión arterial, inflamación gastrointestinal o alteraciones metabólicas, entre otras.
Hecha esta observación es esencial que dediquemos más tiempo a cuidar de nosotros mismos, a reducir el ritmo exagerado del motor de nuestra “máquina”, para promover así nuestra salud física y mental.
Los momentos de ocio y relajación son un excelente mecanismo para combatir el estrés mental, físico y psicológico. A través de ellos se encuentra la forma para sustituir los pensamientos desagradables por otros más positivos y relajantes.
Solo necesita de parar un poco y permitirse algunos minutos (largos) para sí.
Aquí siguen unos cuantos ejercicios sencillos que puede poner en práctica, y que lo ayudarán a conectar cuerpo y mente, y así reducir el estado de tensión provocado por el ritmo acelerado que nos empeñamos en vivir:
Escoja un lugar en casa que sea solo suyo, y rodéese de objetos que le hagan estar confortable.
Establezca un periodo diario para estar en ese espacio, sin molestias, y realizando una actividad que le relaje. Puede optar por leer un libro o una revista, oír música relajante, o hacer meditación: ¡los móviles están prohibidos!
Convierta ese momento en un hábito.
Una vez al mes programe una actividad diferente con sus amigos.
La mente precisa de refuerzo social para activar la liberación de las sustancias promotoras del bienestar y tranquilidad.
Escriba en una lista cinco actividades que le aporten placer.
Pueden ser cosas simples como leer, ir al cine o al teatro, acudir a un nuevo restaurante o caminar por la naturaleza. Intente realizar esas actividades todos los meses del año.
Estará así enviando a su cerebro un mensaje de amor propio y autoestima.
Defina tres cosas que le ayuden a calmarse.
Escríbalas en una hoja, y al lado de cada una de ellas, detalle lo que tiene que hacer para ejecutar esa acción.
Cuando se sienta ansioso, recurra a esa hoja de y ponga en práctica una de esas opciones ya definidas.
Inicie una actividad de ocio que nunca haya experimentado.
Puede ser un nuevo deporte, bailar, escribir, dibujar, pintar, aprender otro idioma, etc.
Haga una lista o “playlist” con músicas que te animen.
Dele el nombre “Energía Top”. La música es un instrumento poderoso al servicio de nuestro cerebro, consiguiendo activar componentes responsables de la regulación de nuestras propias emociones.
El desafío es simple:
MIRE POR USTED, Y RESERVE TIEMPO PARA CUIDARSE
Tenemos un solo cuerpo y una sola mente.
Respétese a sí mismo.
Si cree que precisa de ayuda para desenvolver este proceso no dude en marcar una consulta (portugués o español) a través de nuestras redes sociales:
Facebook: https://www.facebook.com/gduqueplaza/
Instagram: @goncaloduqueplaza