
El suelo pélvico es una estructura compuesta de músculos y tejido conectivo, debajo de la pelvis, y cuya función es separar la cavidad pélvica y la región perineal. Está presente en hombres y mujeres, aunque en estas últimas es más grande porque aloja el canal de parto. Su función principal es ofrecer un soporte a órganos como la vejiga, los intestinos y el útero (en mujeres), y también mantener la continencia y presión intraabdominal.
Cuando hay una disfunción del suelo pélvico, las principales consecuencias son: incontinencia urinaria, prolapso de órganos pélvicos (cuando un órgano se desliza desde su posición hacia la vagina) o disfunciones sexuales.
El ejercicio físico conlleva muchos beneficios para la salud, pero también está relacionado con algunos problemas del suelo pélvico en atletas de sexo femenino. Entre ellos el más común es la incontinencia urinaria.
Muchas mujeres jóvenes desconocen la función del suelo pélvico y cómo la práctica deportiva puede estar relacionada con algunos de sus problemas asociados. La práctica deportiva, especialmente en disciplinas de alto impacto, aumenta la presión intraabdominal.
Hay dos teorías contrapuestas que relacionan el ejercicio y las disfunciones del suelo pélvico:
- Las atletas femeninas tienen músculos del suelo pélvico más fuertes.
- Las atletas femeninas sobrecargan, estiran y debilitan los músculos del suelo pélvico.
Si la musculatura del suelo pélvico es más débil que los músculos circundantes, es posible que no pueda contraerse simultáneamente con ellos, causando pérdidas urinarias, especialmente en condiciones de esfuerzo físico intenso. Sin embargo, el entrenamiento de estos músculos se relaciona con una mejora de algunos síntomas, ya que el fortalecimiento muscular permite un mejor suministro de sangre y actividad nerviosa en el área.
El Instituto Nacional de Salud de los EEUU recomienda a las mujeres con incontinencia que realicen al menos 8 contracciones del suelo pélvico, 3 veces al día. Existen diferentes ejercicios, tales como contracciones largas y sostenidas, o bien rápidas y de corta duración, con total relajación entre ellas.
Las mujeres que realizaron entrenamiento muscular del suelo pélvico tuvieron 17 veces más probabilidades de mejoría de sus síntomas o curación total que las que no realizaron ningún ejercicio. Esto demuestra que dicho entrenamiento debería ser la primera actuación ante cualquier tipo de incontinencia urinaria.
Con el aumento del número de mujeres deportistas, se deberían realizar campañas informativas para eliminar la «vergüenza» y el secreto de estas situaciones. Esto animaría a buscar tratamiento e intentar resolver el problema.
Bibliografía:
Pelvic Floor in Female Athletes: From Function to Dysfunction
Carvalhais A, Da Roza T, Sacomori C
Women’s Health and Biomechanics pp 145-153
https://en.wikipedia.org/wiki/Pelvic_floor
https://thefoodmedic.co.uk/2018/05/a-workout-for-your-pelvic-floor/
