

Una semana de trabajo en Reino Unido es ocasión propicia para conseguir otro maratón, en este caso el Mega Challenge. A tener lugar en King´s Wood Park, entre las poblaciones de Ashord y Wye, en el condado de Kent, en la costa suroriental inglesa, es un evento con varias distancias. Con un tiempo límite de 6 horas y un circuito de 7 kilómetros, el maratón requiere dar 6 vueltas, con medalla para todos aquellos que completen más de un medio maratón (o 3 vueltas). La inscripción costó £39.95 (unos 44€), con £5 destinados a la conservación del parque.
Alojado en la pequeña población de Wye, un taxi, en el que recojo a mi compañera de carrera en su hotel, nos lleva hasta el aparcamiento de King´s Wood, donde se localiza la salida de nuestra prueba. La mañana ha amanecido muy nubosa, con la predicción meteorológica poco halagüeña, de viento y lluvia intensos a medida que la tormenta Freya alcance esta zona durante la mañana.
Con 30 minutos hasta la salida, y sin nada alrededor, aparte de dos WC portátiles y la pequeña tienda bajo la que se parapetan los organizadores, busco un lugar algo más seco y sin barro entre unos árboles para acabar de cambiarme antes de la carrera. Sin tienda para mantener el equipo seco, ni coche propio, conseguimos convencer a los organizadores para dejar las cosas detrás de ellos dentro de una bolsa de basura. Una mesa permite a cada participante dejar sus suministros.
Unos 50 corredores partimos a las 9 de la mañana. A pesar de lo desapacible del día, la temperatura es buena para correr, y me decanto por camiseta corta con manguitos, pantalón corto y zapatillas de trail. Acertada decisión, puesto que nada más abandonar el área de salida la primera sección completamente enfangada nos da una resbaladiza bienvenida.
El comienzo es a un ritmo relajado, puesto que mantengo la cabeza de carrera a escasa distancia a medida que avanzamos en la primera vuelta. El recorrido tiene bastante barro y los árboles están siempre presentes, bien a un lado del sendero, o rodeándonos si cruzamos zonas de bosque. No se hace aburrido, con secciones llanas y otras ondulantes y un par de cuestas pronunciadas que hacen lo posible por romper el ritmo. Con dificultad para saber qué distancia corre cada participante, termino la primera vuelta en un top 5.
Una pequeña parada para un sorbo de bebida (estoy haciendo el ensayo de Maurten 320 en condiciones de carrera) y tener mi tarjeta cuentavueltas marcada, antes de volver al circuito. La temperatura se mantiene constante, mientras la lluvia aparece ocasionalmente a medida que las vueltas van pasando, y comienzo a doblar a alguno de los corredores más lentos. Al terminar mi cuarta vuelta, que se había hecho algo difícil, y solo a falta de dos, es hora de un último esfuerzo.
Sin más bebida energética, pero aún con todos mis geles, si hay un día para conseguir algo puede que sea hoy. Con el terreno aún más enfangado con cada vuelta de los corredores, y la lluvia, y tratando de evitar una inoportuna caída, me encuentro en tierra de nadie. No consigo saber quién es el corredor a mi frente, ni quien el que está más atrás de mí. Alcanzo la distancia del maratón en 4.21.33, y aunque la tentación de añadir una vuelta extra e ir a por los 50k cruza mi mente durante un instante, hago sonar la campana que marca el final de mi carrera.
Con bastante suerte, termino tercero en la distancia del maratón. Posición de podio, aunque sin trofeo, totalmente inusual para mí. Tras coger mi medalla y una bolsa con chocolates, y sin ningún lugar donde resguardarse del frío para esperar a mi amiga (ella iba a hacer el 50k), me cambio y ante la imposibilidad de encontrar un taxi de vuelta, comienzo a caminar de vuelta hacia Wye.
Es un recorrido de 5 kilómetros, cuesta abajo, con preciosas vistas de la campiña de Kent, y con la lluvia ausente. El paseo sirve para estirar las piernas y despedirme de esta bella área, donde otros maratones ya habían caído antes.
Maratón en Reino Unido número 30, para un número total de 75.
Puntuación: 3.5/5
A favor: recorrido boscoso; diferentes distancias a cubrir dentro del límite de las 6 horas.
En contra: zona de salida/llegada difícil de alcanzar sin coche; en lugar de WC portátiles, resultaría más útil una tienda donde proteger las pertenencias de las inclemencias climáticas “made in Britain”.

