
Escribir esta entrada ha costado tiempo, mucho… pero unas cosas se anteponen a las otras y no saca uno tiempo para dedicarlo a cosas más mundanas.
Tras el maratón de Viena en abril tenía planeado que el siguiente fuera el Poitiers-Futuroscope en mayo, que finalmente no pude correr. Y ahí comenzó un largo periodo veraniego de sequía maratoniana que no rompí hasta el maratón de Logroño, recién iniciado octubre. Repetí así el maratón que ya había visitado el año anterior con el aliciente de que la inscripción era reembolsada por la organización. Terminé en 3.52.57 en la posición 150 de 243 corredores.
A finales de octubre estrené el nuevo Maratón de Lleida, aprovechando el puente de Todos los Santos. Un recorrido de ida y vuelta, no demasiado atractivo, aunque una carrera con potencial de mejora y crecimiento en años venideros. Terminé en 3.55.29 y posición 164 de 263.
Y cerraba el año maratoniano una vez más en el Maratón de San Sebastián, en la que era mi quinta participación y mi peor tiempo hasta la fecha, acabando por los pelos con otro maratón sub 4h, en 3.58.38 y puesto 1497 de 1982 participantes, continuando la senda a peor en cuanto a tiempos.
Para acabar el año aún participé en la San Silvestre El Corte Inglés de Lisboa, sobre un recorrido de 10k.
Maratonianamente el año se resumía en 10 maratones, 8 de ellos por debajo de las 4 horas y una marca de la temporada de 3.42.41.
Comenzado 2023 el único maratón al que me había inscrito era el de Murcia, el 5 de febrero, que fue el último maratón que corrí prepandemia en 2020. Perdido un maratón solidario en Burgos, entre un resfriado y la nieve, repetía el Maratón de Murcia, 3 años después, con un tiempo ideal para correr y empezar a sumar maratones en invierno.
Con pretensiones más modestas que en anteriores ocasiones, me engancho casi desde el inicio al grupo de 3h45m, tras haber perdido deliberadamente 1 minuto en cruzar el arco de salida. Ciertamente me siento con energía para intentar la escapada, aunque decido reservar fuerzas y continuar en bloque.
Pasada la media maratón en 1.51.14, Lola me sobrepasa fácilmente. Con una cadencia que parece no requerir ningún esfuerzo, soy incapaz de seguir su estela. Poco después Carlos también me pasa. Pasados los 30k empiezo a quedar descolgado del grupo, aunque manteniendo el grupo a la vista.
Vislumbrando a Carlos consigo reengancharme, y con él correr los últimos kilómetros, a buen ritmo, para cruzar la meta en 3.45.58 netos, siendo el 303 de 507 finalistas.
Primer maratón de 2023 y el 114 del total.
Aún sin decidir la siguiente parada, continuamos…

