
En estas fechas es típico hacer balance del año, tanto a nivel deportivo como personal, para reflexionar sobre aquello que logramos en los últimos 365 días. En esta entrada nos centraremos en nuestros aspectos deportivos que marcaron este último año.
El 2021 comenzó con ciertas esperanzas en las vacunas, que pensamos traerían de vuelta la normalidad a nuestras vidas y rutinas deportivas. Los primeros meses sin competiciones oficiales seguimos recurriendo a los maratones “artesanos”, completando otros 3 MIV: Vía Verde-Tren Burra, Esgueva y Experimental.
La vuelta a las carreras oficiales fue en el Maratón das Linhas de Torres, en Portugal, en mayo, tras 15 meses de parón pandémico. Las carreras empezaron con prudencia a organizarse, y la mayor parte de maratones que se habían cancelado ya en 2020, o retrasados este 2021, se programaron para el último trimestre. El calendario maratoniano se saturaba con maratones fuera de su fecha habitual, como los de Madrid, Barcelona, Badajoz, Londres, etc, que se añadían a los ya típicos de esas fechas como San Sebastián, Málaga, Valencia o Berlín, entre otros.
De nuevo en Portugal en junio nos poníamos el dorsal de la Ultra Maratona Caminhos do Tejo, una carrera de 58 kilómetros que ya tenía en mente de hacer en autosuficiencia, siguiendo la ruta peregrina, más larga, entre Lisboa y Fátima. Experiencia dura en condiciones extremas de calor que completamos con éxito tras más de 8 horas de carrera.
A finales de julio enlazamos 2 maratones en el espacio de 6 días, el Mélides-Troia, en arena, que estaba pendiente en la agenda desde hacía varios años, y la de Santa Cruz, que nos llevaba hasta el maratón 99, a falta de completar solo uno más para convertirme en “centenario”.
Con Madrid en el horizonte, trasladado desde abril de 2020, MAPOMA se perfilaba como el lugar perfecto para llegar al maratón número 100, en el mismo escenario del primero, en el año 2000. Con la presencia de muchos de los maratoniacos que habían hecho más soportables los meses de confinamiento completé Madrid, entre amigos, y con él un hito que nunca pensé que estaría al alcance.
Para que el número 100 no trajera la “maldición” de acabar la carrera maratoniana en ese número, enlazamos a continuación el maratón de Logroño una semana después, que completamos justo debajo de las 4 horas.
Después era la hora del maratón de Lisboa, también viejo conocido, aunque cada año completado con peor tiempo. Badajoz se cayó de la agenda a última hora. Para compensar enlace la media maratón de Lisboa, que nunca había hecho, cruzando el puente 25 de abril, y la Corrida da Agua, cruzando el Aqueducto das Águas Livres.
Ya en diciembre y acabando el año volvimos a Geres, uno de los últimos maratones que corrimos en normalidad a finales del 2019. Aún pensábamos añadir alguna San Silvestre. Ahí es donde nos ha llegado la Ómicron, y de nuevo las cancelaciones…
El balance de 2021 lo cerramos con 10 maratones y 1 ultra, para un total de 13 competiciones. Un año que hemos terminado con 103 maratones.
Aunque mejor que en 2020, resulta difícil saber como se comparará con 2022. Aunque ya tenemos algunos maratones en el horizonte, las expectativas llaman a ser prudente y no aventurar grandes planes para los próximos meses.
A nivel externo destacaríamos indudablemente la victoria de Kipchoge en el maratón de los JJOO de Tokio 2021, revalidando su título de 5 años antes, en Rio 2016. Así se integra al exclusivo club de maratonianos que repitieron victoria en el maratón olímpico, junto al legendario etíope Abebe Bikila y el alemán oriental Waldemar Cierpinski.
Esperamos que disfrutaran de nuestras crónicas y artículos durante estos últimos 12 meses, y que sigan con nosotros en un futuro. Saludos a tod@s y buena entrada en el nuevo año.
Mientras vivimos, corremos.

