Al final solo éramos 5 corredores en salida: Pepe, Quique, Lola, David y yo, que ya hemos compartido unos cuantos maratones. Con salida puntual a las 9.00 y un día espléndido para correr, incluso mejorando las previsiones meteorológicas, solo era cuestión de completar la carrera en el mejor tiempo posible. Al no saberse cuando podremos correr otro maratón tampoco es cuestión de andar guardando muchas energías.
Aunque durante las 2 primeras vueltas corremos próximos, acabamos corriendo en solitario, excepto Quique y Lola, que se escapan al frente, aunque consigo mantenerlos a la vista. Encarando la última vuelta cuento con tal vez engancharme a ellos. Sin embargo van fuertes y no llego a pillarlos.
Entro levemente por encima de la barrera de las 4 horas, en 4.03.19, completando así el maratón número 94, primero del 2021 y primero un día 7.
Reunidos todos en meta, empiezan a barajarse nuevos maratones: ese es uno de los peligros de la familia maratoniana. Pero lo que es más importante es que en ella todos tienen cabida, desde los lobos solitarios hasta los cazamaratones.
Mientras tanto seguiremos buscando circuitos y experiencias.