
“No tengo el talento suficiente para correr y sonreír al mismo tiempo”
Emil Zátopek
Helsinki ya había sido seleccionada para albergar los Juegos Olímpicos de 1940, que se cancelaron debido a la Segunda Guerra Mundial, aunque en 1947 volvió a ganar el concurso para albergar los Juegos Olímpicos de 1952.
Estos Juegos vieron la primera aparición de China, la URSS e Israel, entre otros países. Las leyendas atléticas Paavo Nurmi y el medallista de maratón Hannes Kolehmainen fueron seleccionados para encender la llama olímpica.
Emil Zátopek nació en el seno de una familia modesta en el pequeño pueblo de Koprivnice, en la antigua Checoslovaquia. Inicialmente quería ser profesor, pero nunca fue muy bueno en la escuela, así que a los 14 años comenzó a trabajar como aprendiz en una fábrica de zapatos en Zlin mientras asistía a clases nocturnas. Comenzó a correr por casualidad, cuando su tutor le instó a competir en una carrera. Terminó segundo, y fue un punto de inflexión para él, ya que le gustó tanto la experiencia que comenzó a entrenar en serio.
Al final de la Segunda Guerra Mundial se unió al ejército checo, donde se le dio suficiente tiempo para entrenar. Siguiendo las técnicas de Paavo Nurmi, se obligó a correr hasta 100 series de 400 metros, 50 por la mañana y 50 por la noche, muchas veces en condiciones desfavorables o usando botas militares. En los Juegos Olímpicos de 1948, ya ganó el oro en los 10000 metros, y la plata en los 5000. Siguió su éxito con una racha de 69 victorias consecutivas entre 1949 y 1951, rompiendo una gran cantidad de récords, hasta que se lesionó mientras esquiaba.
Llegó a Helsinki no en las mejores condiciones físicas, pero pudo revalidar su medalla de oro en los 10000 metros y ganar también los 5000, rompiendo ambos récords olímpicos en el proceso. Correr el maratón fue una decisión de última hora, ya que nunca había corrido esa distancia.
El favorito para alzarse con la victoria del maratón era el campeón británico Jim Peters, titular también del récord mundial. Se había pasado al maratón después de una humillante derrota ante el mismo Zátopek en los 10000 metros de los Juegos Olímpicos cuatro años antes, una distancia que nunca más corrió. El destino sin embargo le tenía preparada una nueva derrota.
El 27 de Julio a las 15.28 había 66 corredores en la salida. Peters comenzó muy rápido, siendo el primero en los puntos de control de 5 y 10k. En el marcador de 15k, el sueco Gustaf Jansson se unió a Peters en la delantera, con Zátopek 2 segundos por detrás, y un minuto después el británico Stan Cox con el vigente campeón, el argentino Delfo Cabrera.
Antes de los 20k Zátopek ya estaba en el grupo de cabeza. Con dudas, por ser su debut en la distancia, preguntó a Peters si el ritmo era apropiado. Parece que Peters respondió irónicamente que tal vez era demasiado lento. Convencido Zátopek, aumentó el ritmo, de modo que solo Jansson pudo seguirlo.
En los 30k Zátopek seguía líder, con una ventaja de 26 segundos sobre Jansson, y Peters aguantando la tercera posición otros 45 segundos atrás. Después seguía el equipo completo de Argentina: Cabrera, la nueva promesa Reinaldo Gorno, y Corsino Fernández.
Poco después Peters tuvo que abandonar la carrera con un calambre muscular en su pierna izquierda. Su elevado ritmo en los primeros compases de la carrera había sido demasiado. Así en el 35k Gorno estaba en tercera posición, con su experimentado camarada Cabrera detrás, mientras el coreano Choi Yoon-chil recuperando posiciones llegaba a la quinta posición.
En los 40k Zátopek estaba más de 2 minutos por delante de su oponente más cercano, y su victoria era segura. Su ritmo había disminuido notablemente, pero se le veía relajado y conversador. Cuando ingresó al estadio todos los espectadores en pie le vitorearon. Estaban presenciando la consecución de un irrepetible triplete dorado, con un tercer récord olímpico en el proceso, al parar el crono en 2.23.03.
¿Pero qué pasaba con los demás corredores? En el 39k Gorno había superado a Jansson, y se afianzaba en segundo lugar. Con Jansson ahora tercero, Choi superaba a Cabrera por el cuarto puesto. El argentino aún perdería una posición más, cuando ya en el estadio el finlandés Karvonen le ganó en un agónico sprint final.
Los primeros 8 finalistas fueron más rápidos que el récord olímpico de maratón de 1936, mientras que los 15 primeros hicieron mejor marca personal. Como comparación, Cabrera terminó en un meritorio sexto lugar con un tiempo de 2.26.42, cuando había ganado el maratón olímpico de 1948 en 2.34.51.
Zátopek aún no había terminado con los Juegos Olímpicos. Siguió entrenando con los de Melbourne cuatro años más tarde en el horizonte. Incluyó el campo a través en su rutina de entrenamiento ¡mientras cargaba a su esposa en la espalda! Una hernia y la posterior operación afectaron su rendimiento. Sin embargo, llegó a tiempo de correr el maratón olímpico de Melbourne, donde finalizó en una meritoria sexta posición, igualando el logro de Delfo Cabrera cuatro años antes. Se retiraría de la competición poco después.
Permaneció en el ejército, donde alcanzó el rango de coronel, aunque fue expulsado por su apoyo a la democracia durante la Primavera de Praga de 1968. Se le obligó a recolectar basura, e incluso trabajó en una mina de uranio durante 7 años, antes de permitírsele volver a Praga, donde su memoria fue restablecida y pudo vivir tranquilamente hasta su muerte en el año 2000.
Fuentes:
https://en.wikipedia.org/wiki/Emil_Z%C3%A1topek
https://www.sports-reference.com/olympics/summer/1952/ATH/mens-marathon.html
https://en.wikipedia.org/wiki/1952_Summer_Olympics
https://www.theguardian.com/sport/blog/2012/jun/22/50-olympic-stunning-moments-emil-zatopek
“The Olympic Marathon”, DE Martin & RWH Gynn. Human Kinetics, 2000.

